Es un biocombustible renovable hecho de residuos de madera como aserrín y viruta. Ofrece alta eficiencia energética, baja emisión de CO₂ y genera poca ceniza. Es fácil de almacenar y usar, ideal para calefacción en hogares e industrias. Su uso contribuye al cuidado del medio ambiente y a reducir la dependencia de combustibles fósiles.